viernes, 30 de diciembre de 2011

Nunca habrá un... después de tí

El otro día, en el avión mientras iba Hacia Estambul, me hice una serie de preguntas…

“¿Hace cuanto que no escribo?”
“¿Hace cuanto que no me desahogo de la manera que lo hacía antes?”
“¿Por qué? ¡Si temas no me faltan!”

Entonces, haciendo un esfuerzo por recordar mis entradas, me di cuenta que la mayoría de ellas eran revelaciones puras y duras.

"¿Y ahora?"
"¿No tengo contra qué o quién revelarme?"

Creo haber dado con algo importante… PAZ.

Esta entrada se la quiero dedicar a la persona totalmente culpable de mi encontronazo con la paz.

A esa que misteriosamente, en poco tiempo, ha conseguido que toque la superficie de la felicidad.
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A esa que hace que piense “MENOS MAL QUE TE HE CONOCIDO


Con todo esto te digo poco, pero con un TE QUIERO espero decirte un poco más.

Como bien te dije una vez... "eres el agua que calma mi sed"


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