
Dicen que la guerra no es la solución, pero hay veces que debes librar una batalla para mantener la paz y conseguir lo que quieres. A veces puedes firmar una tregua, pero no tienes que rendirte jamás.
Los conflictos más pronunciados siempre son fruto del amor y los peores enemigos son los que no sabíamos que teníamos. Así es que queridos lectores, si buscáis la paz, estaos siempre preparados para la guerra.
Un saludo.
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