Hay personas que ante la misma situación actúan de manera diferente.
¿Por qué?
Por 2 razones; la personalidad de cada uno y según la vecina que te ha tocado.
Imaginaos como es nuestra vecina… que he tenido que salir pitando por las escaleras del portal hacia mi casa, tras un pequeño despiste… pitando en plan Speedy Gonzales, con un cosquilleo en el culo y todo, como si me estuviera persiguiéndome alguien.
Os estaréis preguntando… ¿pero qué tipo de vecina tiene? y ¿qué ha hecho esta muchacha para salir corriendo?
Sobre ella deciros que es la...
Y sobre lo que he hecho... pues nada, únicamente me ha pasado algo normal, algo que le puede pasar a cualquiera…creo... algo como intentar abrir la puerta de la vecina con tus llaves, insistentemente…vamos, como una loca.
Además en cada intento de abrir la puerta me enfadaba un poco mas, creyendo que Petit Lulú se había encerrado por dentro y no me abría.
Hasta aquí todavía estaba feliz con Iberia.
Pero tiempo suficiente después, cuando me doy cuenta que no es mi puerta, y no solo eso, me doy cuenta que es “la puerta de la pitbull”
¡SOCORRO!
¡que miedito!
Seguro que estáis pensando que salir corriendo es una tontería, que lo mejor es darte la vuelta y punto, y en el caso de que saliera la vecina, decirle…perdón, ¡me he equivocado!
¡Los cojines!
Salir corriendo es la mejor opción, hacerme caso… sobre todo cuando la vecina cada vez que se cruza contigo te echa un mal de ojo, te cierra la puerta del portal para que saques las llaves, nos menciona (a mi, a petit lulú y a lakoia) como punto del día en las reuniones de la comunidad…¡todo un homenaje oye!...y así millones de putaditas…pobrecita amargadita de la vida…¡que le den!
Eso si… la tía da un yuyu que flipas.
Así de guapa y de maja es ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario