domingo, 9 de enero de 2011

Dulce y amarga melodía



Abrázame, acaríciame, ¡mírame! ....te agarras a esas notas, cuesta dejar de entonarlas… sabes que son la clave de esta pieza, pero el miedo sigue, temes tocar el mismo compás una y otra vez, depender de él…
¡Paras!...garabateas notas repetitivas que ya no sirven, empiezas a escribir silencios, tiempos donde no se tocará nada…asfixiando tu inspiración, empujando con ardor la rutina a otro pentagrama… esperando no quemarte pronto.
Vuelve el miedo, ¿que sonará hasta entonces?…ya no depende de ti, depende de la inmortalidad del silencio que pusiste en escena…
¡que muera con una buena improvisación!



.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario