sábado, 15 de enero de 2011

¡Pon un Sacristán en tu vida!


Alguien me enseño desde muy pequeña, y de manera muy persistente que la frase “no me gusta” no existía, es decir, esta frase no tiene ningún significado cuando hablas de algo que ni si quiera has visto, saboreado, escuchado, olido o palpado…
Sobre todo hablo de saborear.

Ah! Tampoco valía decir “que asco”, más propio de mi forma de decir que no me gustaba algo… ¡muy mal dicho!

Yo solo sé que antes de mencionar alguna de las frases prohibidas no me gustaban ni los espaguetis a la boloñesa, ni el tomate de ensalada, ni alcachofas…después de pronunciarlas…

Solo digo que hoy en día me gusta todo.

La verdad es que Sacristán (el apodo de ese alguien) existe en mi vida desde hace 24 años y gracias a eso y sobre todo a su insistencia (de ahí lo de Sacristán) hoy en día me encanta probar cosas y pocas veces después de probarlas digo “no me gusta".
Si es que ya lo decía el:

El paladar hay que educarlo.


Con esta historia quiero decir que hasta que no tengas una experiencia, solo una es suficiente para saber si algo te gusta o no…sino preguntarles a las personas que estuvieron en el mercado de Valencia un día cualquiera que opinan ahora sobre…

(ver el vídeo entero, la clave esta al final)

Si es que...como no tengas un Sacristán en tu vida, tendrá que ser como hizo Mahoma...(como el caso del vídeo)



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