Todo el mundo conocerá la historia de Alicia en el país de las maravillas, aquella niña rubia que perseguía a un conejo blanco en el bosque y entraba en un mundo lleno de fantasías y paranoias.
No os imagináis lo feliz que era yo de pequeño viendo cómo las cartas de la baraja de póquer pintaban las flores de carmín y cómo la reina de corazones sentenciaba a la pobre Alicia. Era sin duda, uno de mis cuentos favoritos de la infancia.
Ahora es cuando comprendo que detrás de todo el mundo de fantasía y colores que se refleja en la película, se hace referencia a cosas tan profundas como la búsqueda de la identidad, la pérdida de la inocencia o la necesidad de escapar.
Hay veces que me gustaría ser como Alicia y viajar con el conejito blanco al país de las maravillas a fumarme unas letras con el gusano y a cantar con las flores del jardín, pero bueno hay que empezar a ser realistas y pensar en lo que viene ahora.
a mi me gustaría ser como el gato...aparecer y desparecer cuantas veces quiera y donde quiera.
ResponderEliminarpero también estoy dispuesta a fumarme unas letras con el gusano... que sepas que Alicia soy yo, y el conejo ya lo encontré. Ahora vive conmigo.
Es el rey de la casa.
ResponderEliminarNo te quejaras no petit lulú, conmigo ya somos 3 las alicias que tienes pa fumarte unas letras y para cualquier otra cosa q necesites.
ResponderEliminar¿Como es eso de que hay que empezar a ser realistas????Eso nuncaaa!! Con lo bonito q es SOÑAR.
I love you